lunes, 21 de agosto de 2017

Siena y paseo campestre al atardecer

Teníamos un buen recuerdo de esta ciudad, así que decidimos acercarnos de nuevo, y no nos decepcionó.

Siena es una ciudad fortificada entre colinas. Preparaos para sus escalinatas y cuestas, con cientos de callejones que conducen a plazas llenas de luz. El problema es el mismo que en Florencia, la enorme cantidad de turistas.







Es obligatorio visitar la preciosa Piazza del Campo, que la mayor parte de la gente conoce por las carreras de caballos que se celebran en ella en Agosto. Resulta curioso su suelo en cuesta a modo de embudo, que desemboca frente al Palazzo Pubblico. Es una plaza medieval que deslumbra según accedes a ella.





A continuación nos acercamos al Duomo. La fachada de la cátedral es deslumbrante con el mármol blanco y negro reflejando la luz, y las imágenes doradas de la coronación de la Virgen. Quizá porque se abre a una plaza se hace más impresionante que la de Florencia. Como íbamos con las peques y estaban cansadillas de la caminata, no entramos al interior  (queda pendiente para la siguiente visita). 






Después continuamos dando un paseo por la ciudad y decidimos regresar para que las peques descansarán.




Por la tarde, decidimos dar un paseo alrededor de Galenda. La verdad es que los atardeceres en los paisajes de la Toscana invitan a sentarse sin prisa para contemplar cómo el sol se esconde entre las colinas sembradas con viñedos y olivos.










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